En esta segunda fase o fase moderada, el paciente presenta las siguientes alteraciones:
La familia, ante la pérdida progresiva de la independencia que lleva asociada esta fase, debe, de no haberlo hecho ya durante la fase anterior, buscar apoyos e informarse acerca de las opciones existentes como pueden ser las asociaciones de familiares como AFACO, que informan, ayudan y aconsejan a las familias que ya notan el agotamiento físico y psíquico, un agotamiento que se manifiesta, fundamentalmente, en el cuidador principal.
Es fundamental la implicación familiar, por lo que debe motivarse a la familia para que sus miembros apoyen al cuidador principal de forma activa, sustituyendo a éste en sus tareas cuando sea posible.