Información de utilidad para familiares
Lo primero que debe hacer la familia tras recibir el diagnóstico es analizar las circunstancias concretas de sus miembros y el compromiso que éstos están dispuestos a asumir, de forma que quede claro cuántas personas se van a implicar en la atención al enfermo y cuándo van a hacerlo. El paso siguiente es informarse, organizarse y planificar.
Los familiares deben ser conscientes de que la enfermedad del paciente les afectará también a ellos, pues aparecerán en los cuidadores sentimientos de inquietud, miedo e incluso rechazo.
Más concretamente, los pasos que debe seguir la familia tras el diagnóstico son:
- Asumir responsabilidades nuevas, prevenir y estar alerta.
- Mantener la autonomía del enfermo el mayor tiempo posible: Ayudar a nuestro familiar para que pueda actuar y decidir por sí mismo.
- Estimular al paciente para que realice las actividades de su vida diaria: Conseguir que se mantenga activo.
- Sugerir en vez de ordenar: El paciente suele responder mal a las órdenes, por lo que es mejor sugerir. Ante una respuesta negativa, el familiar cuidador debe esperar un tiempo. Hay que evitar discusiones y riñas. Si, por ejemplo, confunde personas o nombres, debe buscarse que el enfermo corrija su errores sin decirle de forma directa y expresa que se equivoca.
- Recurrir a la ayuda médica: Ante situaciones agresivas, insomnio, inquietud o depresión profunda debe buscarse ayuda de los profesionales.
- Tener paciencia y mostrar cariño: El cuidador siempre ha de tener presente que los problemas los causa la enfermedad y no el enfermo, que es la primera víctima. Se trata, en definitiva, de que el familiar aprenda a aceptar la enfermedad y sus consecuencias.